lunes, 9 de febrero de 2009

LA TERNURA


Ese calor que nos abriga desde dentro.
Una caricia, una mirada, una abrazo, un beso... un plato caliente sobre la mesa... o una canción dedicada... mil maneras de hacernos sentir bien.
Gestos de ternura evidencian que importamos a los que nos quieren... y a veces no sabemos ver...

Todo está en los detalles que tal vez por convertirse en cotidianos les quitamos importancia o los borramos de nuestra memoria y creemos que así debe ser... porque así se ha hecho desde hace tiempo...

Y después nos damos cuenta que no... que son regalos de ternura que nos brindan nuestras almas amigas, queridas y cercanas para demostrar su afecto, su reconocimiento a nuestro hacer y a nuestra persona, su cariño y su amor...

Ese calor que nos abriga desde dentro.
(Y que en palabras de mi abuelo alimentan más que un huevo frito.)
Esa compañía, esa sonrisa y esa presencia que podemos ignorar o tal vez no valoremos... pero que cuando nos falta nos sentimos vacíos... y de repente ¿dónde están? ¿qué ha pasado? y ¿por qué?

Ese calor que nos abriga desde dentro.
Con flores en el pelo, con los ojos cerrados, sus manos en nuestro rostro y dejándonos coger, abrazar, besar y querer entre dorados de luz, tierras y amapolas, que nos abrigan desde fuera... Con colores supo Klimt vestir a la ternura a través de un beso en la mejilla y un sueño difícil de despertar...

No entiendo la vida sin ternura,
ese calor que nos abriga desde dentro.

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