Cielos que se oscurecen de repente, fugaces a modo de rayos que avecinan tormentas... Cielos grisáceos para almas igualmente grises...
Un rayo de sol que confuso aparece para crear ese juego de color... amarillos, naranjas, escarlatas sobre plomizos buscando la victoria... La noche se va uniendo al juego venciendo al sol, que se apaga, hasta que desaparece...
Parecía un momento mágico, uno de esos que tantas veces nos brinda la naturaleza y que a menudo nos pilla "desconectados" de sus haceres...
Paisaje que se confunde con tierras ardientes que llegan desde alguna zona volcánica, tal vez... pasiones que arrancan desde lo más profundo de nuestro ser, nuestra tierra, y esclatan envueltas de humo... hay tanto que dar... tal vez el mismísimo infierno... tal vez el fuego que nos purifica para nacer de nuevo...
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