sábado, 20 de octubre de 2012

JEFES Y CAPITANES

Lo lamento para los que se consideran "jefes", tengo una mala noticia para ellos: son una especie en extinción. Su labor sigue siendo importante, sin embargo, su actitud, en muchos casos, es muy susceptible de mejora. El jefe como máxima autoridad de una empresa, organización o proyecto también tiene la responsabilidad de reinventarse y el deber de tomar conciencia de la importancia de su papel dentro y fuera de su ámbito profesional, ya no como persona con "habilidades directivas", sino como un modelo eficaz de gestión de los recursos (humanos, económicos, tecnológicos…), de habilidades sociales, y de capacidades creativas para solucionar problemas que el continuo cambio provoca. Son cargos que se han entrenado para mandar, y en muchos casos han despertado una supremacía y arrogancia en la persona que los ha asumido, convirtiéndola en un ser repulsivo y poco amigable. Todos hemos conocido a "alguno de esos" alguna vez, ¿verdad? Es el estereotipo de jefe estandarizado, que muy bien "el gremio" se ha ganado. Ojo con esto, un alto cargo no nos identifica, aunque en muchos casos nos confundamos y salgamos del trabajo poniéndonos a "mandar" entre los amigos y familiares.¡ Vamos a ver!
La idea organizacional de jerarquía está tomando otro aspecto diferente (de hecho está desapareciendo):  empezamos a dejar de formar parte de esa "pirámide" en la que "los de abajo"  están sometidos a "los de arriba" de manera poco evolutiva, enriquecedora y motivadora para un funcionamiento ecológico y equilibrado de una organización. La idea de contratación de freelance está siendo una realidad desde hace años con la intención, según mi propia perspectiva y experiencia, de que la empresa contratante no asuma riesgos económicos fijos con un empleado, al mismo tiempo que contribuye en que el contratado se haga responsable de su trabajo y vaya preparándose para asumir retos, evitando que se "acomode" en un "trabajo para toda la vida". ¡Qué barbaridad!.... Y además, ¡qué aburrido! ¿Os imagináis hacer siempre lo mismo?, día tras día, mes tras mes, años tras años entrando en una rutina que adormece las neuronas y nuestra capacidad creativa? Con ese panorama nos convertimos en auténticos candidatos para enfermar de alzheimer y otras patologias neurodegenerativas... ¡Vamos! Es hora de hacer algo diferente. Es hora de pensar "en red".
Los valores cambian, el organigrama empresarial también y con ello las "figuras" que forman parte del entramado organizacional. Los empleados o "subordinados" pasan a ser colaboradores, los proveedores "facilitadores de recursos" y los jefes, capitanes.
La idea de "capitán" indica la máxima autoridad de timonear una nave (y también el máximo responsable, ya está bien de echar la "culpa" a los demás de que la empresa se viene abajo.  El capitán siempre está al frente y una de las "leyes del mar" es que el capitán siempre tiene que ser el último en abandonar el barco en caso de zozobrar. El capitán sabe conducir el navío y "ordenar" a cada uno de los marineros que hagan lo propio y más oportuno en momentos en que peligra la infraestructura de la nave y la vida de todo aquel que en ella esté subido. El capitán lidera, transmite valores y es el primero en asumir la responsabilidad del barco, del personal que está en él, del rumbo y de la navegación. Su máximo propósito es, en todo caso, "llegar a buen puerto" y si es posible con la máxima integridad humana. Esto último lo añado yo.
Una de las definiciones de capitán según la RAE es "persona que encabeza una tropa", cuando la tropa se convierte en un grupo de personas con un objetivo en común, con intereses, intenciones y valores conjuntos será una evidencia más de que el entramado empresarial está cambiando… aunque posiblemente ya no se llame "empresarial", tal vez sea más generativo, algo así como un entramado colaborativo donde cada una de las personas implicadas aporta lo mejor de sí misma para alcanzar todos juntos un propósito en común, ecológico y que deje las cosas mejor a las que se encontraron al principio de la travesía.
Los capitanes encabezan equipos, y cada uno de los componentes del equipo es capitán de sus propias decisiones, de sus propias conductas, de su propia vida. Entonces, y sólo entonces, nos miraremos como seres humanos dispuestos a trabajar conjuntamente aportando un nuevo modelo que, inevitablemente,  afectará a la economía, a la sociabilidad y a la educación.

Como siempre, gracias, gracias por pasaros por aquí y leerme.

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