Triste me parece tener que disponer de un día internacional para que nuestro hacer, nuestros esfuerzos y nuestros avances en una lucha centenaria sean valorados, respetados y tenidos en cuenta por la mass media, por los gobiernos y sobretodo por el género masculinos. Pero gracias a este 8 de marzo, a sus precursoras, a todas las mujeres que sacrificaron otras áreas de su vida para hacer oír su voz, hacer ver su valía y su fortaleza, se reconoce la labor de otras mujeres, millones de ellas en todo el mundo que desde su más humilde anonimato hacen paso a paso, gota a gota su pequeña gran re-evolución.
Somos diferentes y siempre lo seremos, por definición, por anatomía, por neurología, todo esto es obvio y "científicamente probado", lo que todos sabemos es que no es equitativo, no es justo que con las mismas habilidades, conocimientos, formación y experiencia muchos de nuestros sueldos sean de entre un 16 y 36% más bajos... - por citar solamente un punto a mejorar". Arguméntenmelo. Todo tipo de bajas por maternidad, de horas de "permiso" por lactancia y otras posibles indisponibilidades se quedan cortas para todo el peso de la sociedad que carga sobre nuestras espaldas. Tenemos que... saber mantener la casa limpia,... tenemos que ser educadas y respetables..., tenemos que... "ser putas en la cama, criadas en la cocina y señoras en el salon"... y además educar a nuestros hijos con los valores que la sociedad y el "buen hacer" dictan segun qué reglas, según qué creencias y según qué hombres y mujeres que determinan eso. Y queremos trabajar, queremos realizar nuestra creatividad, nuestros conocimientos y nuestras habilidades, queremos disponer de nuestra independencia económica, queremos sentir que somos valoradas para algo más que como útero vital para la reproducción y supervivencia humana y además lo hacemos bien, al menos como todo el mundo, supuestamente, lo mejor que sabemos. Gracias a todos - hombres y mujeres- por hacer posible este día, por seguir avanzando y contemplar que hay más de lo que aparentemente se ve y que todavía queda mucho por hacer.
Os invito a tomar conciencia de que las mujeres tenemos tanto que aprender de los hombres como los hombres de nosotras, y que tal vez en un futuro, todavía muy lejano y sin dejar de honrar este día, ya no necesitemos un 8 de Marzo para hacernos oír, para reclamar nuestros derechos y oporunidades, para sentirnos reconocidas, incluso admiradas y seguir trabajando conjuntamente por un mundo más equitativo, más fuerte y más homogéneo.
Por vosotras, a todas las mujeres del mundo!